Convertir una ventana de cristal, una pizarra tradicional e incluso el
tablero de madera de una mesa, en superficies relativamente sensibles al
tacto y que funcionen como pantallas táctiles es cada vez más habitual,
y el costo de los sistemas que permiten hacer esas adaptaciones sigue
disminuyendo, como por ejemplo en el caso del sistema STATINA,
desarrollado por especialistas de la Universidad Tecnológica Nanyang en
Singapur.
El sistema STATINA, gracias al uso de unos pocos y baratos sensores de vibración y un algoritmo desarrollado especialmente para el sistema, puede localizar en qué punto exacto de una superficie de cualquier clase hemos dado un golpecito con la yema del dedo, como los que damos en el teclado de un ordenador o en una pantalla táctil cien por cien electrónica.
Este sistema innovador, que en una versión previa ya causó sensación, y que ahora se ha vuelto más perfeccionado y sofisticado, es capaz de transformar superficies de materiales tales como madera, aluminio, acero, vidrio y plástico en pantallas táctiles de bajo costo.
En el futuro, podríamos hacer cosas como desde jugar con videojuegos
hasta dibujar planos, empleando como pantalla táctil una pared del
dormitorio, la mesa del comedor o casi cualquier otra superficie,
teniendo en cuenta la amplia versatilidad de este sistema.
Andy Khong y sus colegas trabajan ya hacia la comercialización de su invento.
Concretamente, están desarrollando una versión más compacta del sistema, así como expandiendo sus capacidades de seguimiento de movimiento mediante cámaras ópticas.
Via
Andy Khong y sus colegas trabajan ya hacia la comercialización de su invento.
Concretamente, están desarrollando una versión más compacta del sistema, así como expandiendo sus capacidades de seguimiento de movimiento mediante cámaras ópticas.
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