Al igual que en las PC tradicionales, la información contenida en los
dispositivos móviles puede ser monitoreada, e incluso robada, a través
de del envío de malware.
Según el informe de Kaspersky Evolución de Programas Maliciosos para Dispositivos Móviles, el índice de crecimiento de las amenazas contra estos equipos ha aumentado dramáticamente en 2012, cuando se detectaron 46,415 muestras únicas de malware, aproximadamente 40,000 más que en 2011. Más alarmante aún es que en la primera mitad del 2013 ya se superó esta cifra.
Según el informe de Kaspersky Evolución de Programas Maliciosos para Dispositivos Móviles, el índice de crecimiento de las amenazas contra estos equipos ha aumentado dramáticamente en 2012, cuando se detectaron 46,415 muestras únicas de malware, aproximadamente 40,000 más que en 2011. Más alarmante aún es que en la primera mitad del 2013 ya se superó esta cifra.
En un comunicado, Kaspersky señala que actualmente los ciberdelincuentes
implementan diferentes formas para tomar control de un teléfono
inteligente, las cuales ya superan en cantidad a las que se utilizan
para hurtar datos en las PCs.
Por esta razón, y considerando la amplia gama de funciones con las que cuentan los smartphones y las tabletas, mantener la seguridad en estos equipos se hace cada vez más necesario —debido a la portabilidad de los artefactos y la posibilidad de perderlos fácilmente—.
Entre los principales riesgos que los usuarios deben considerar, afirma Kaspersky, es que los teléfonos disponen de cámaras y sistemas GPS que permiten rastrear la localización. Asimismo, con ellos enviamos correos, hacemos llamadas, mandamos SMS y visitamos tiendas online donde se descargan aplicaciones desarrolladas por desconocidos, por lo que gran cantidad de datos económicos e información personal puede quedar expuesta.
También, a través de la batería los equipos se mantienen activos pero, a la vez, se sincronizan datos, lo que pone en peligro la información contenida en el dispositivo. Compartir el cable con un desconocido puede hacer que los datos personales corran riesgo.
Sin embargo, el problema no se detiene ahí pues existen varias aplicaciones y programas maliciosos que permiten activar la cámara o micrófono del teléfono de manera remota, lo cual deja que el cibercriminal espíe a sus víctimas y reúna información para efectuar el robo, o active el GPS y cheque la localización.
Un código malintencionado puede grabar todas las comunicaciones del dispositivo, leer los correos o conseguir credenciales bancarias.
Por ello, a medida que los sistemas operativos avanzan, las tecnológicas introducen mejores controles de seguridad. Ahora, la mayoría de los dispositivos permiten al usuario borrar los datos de su teléfono de forma remota en caso de emergencia.
Las recomendaciones de Kaspersky para evitar que las comunicaciones sean interferidad son implementar todas las funciones de seguridad que ofrecen los sistemas operativos, informarse de forma constante sobre las amenazas en línea, no realizar jailbreak a los dispositivos, recurrir a tiendas de aplicaciones oficiales, verificar el historial del desarrollador de la aplicación que se desea descargar y revisar los permisos que las apps solicitan.
En caso de que el internauta se considere a sí mismo como “poco precavido”, lo mejor es cifrar la información almacenada y hacer diferentes copias de seguridad, indica la empresa.
Fuente: bSecure
Por esta razón, y considerando la amplia gama de funciones con las que cuentan los smartphones y las tabletas, mantener la seguridad en estos equipos se hace cada vez más necesario —debido a la portabilidad de los artefactos y la posibilidad de perderlos fácilmente—.
Entre los principales riesgos que los usuarios deben considerar, afirma Kaspersky, es que los teléfonos disponen de cámaras y sistemas GPS que permiten rastrear la localización. Asimismo, con ellos enviamos correos, hacemos llamadas, mandamos SMS y visitamos tiendas online donde se descargan aplicaciones desarrolladas por desconocidos, por lo que gran cantidad de datos económicos e información personal puede quedar expuesta.
También, a través de la batería los equipos se mantienen activos pero, a la vez, se sincronizan datos, lo que pone en peligro la información contenida en el dispositivo. Compartir el cable con un desconocido puede hacer que los datos personales corran riesgo.
Sin embargo, el problema no se detiene ahí pues existen varias aplicaciones y programas maliciosos que permiten activar la cámara o micrófono del teléfono de manera remota, lo cual deja que el cibercriminal espíe a sus víctimas y reúna información para efectuar el robo, o active el GPS y cheque la localización.
Un código malintencionado puede grabar todas las comunicaciones del dispositivo, leer los correos o conseguir credenciales bancarias.
Por ello, a medida que los sistemas operativos avanzan, las tecnológicas introducen mejores controles de seguridad. Ahora, la mayoría de los dispositivos permiten al usuario borrar los datos de su teléfono de forma remota en caso de emergencia.
Las recomendaciones de Kaspersky para evitar que las comunicaciones sean interferidad son implementar todas las funciones de seguridad que ofrecen los sistemas operativos, informarse de forma constante sobre las amenazas en línea, no realizar jailbreak a los dispositivos, recurrir a tiendas de aplicaciones oficiales, verificar el historial del desarrollador de la aplicación que se desea descargar y revisar los permisos que las apps solicitan.
En caso de que el internauta se considere a sí mismo como “poco precavido”, lo mejor es cifrar la información almacenada y hacer diferentes copias de seguridad, indica la empresa.
Fuente: bSecure
0 comentarios:
Publicar un comentario