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Security

Microsoft y Google figuran entre las empresas estadounidenses cuya imagen se ha visto más resentida como resultado de las revelaciones del programa PRISM, de la Agencia Nacional de Seguridad de EE.UU, NSA. Según la información filtrada por Edward Snowden, la NSA tiene acceso directo a los datos de los clientes de Microsoft y Google, entre otros.



En un intento por limpiar su imagen y de aclarar la situación ante la opinión pública, ambas empresas han intentado explicar los procedimientos que regulan la entrega de información a las autoridades no solo estadounidenses, sino a nivel global. Sin embargo, esta transparencia no cubre la información entregada en conformidad con la normativa estadounidense de seguridad nacional establecida en la ley FISA (Foreign Intelligence Surveillance Act).

Ante esta situación, Microsoft y Google han acudido a los tribunales de justicia estadounidenses solicitando autorización para informar a la opinión pública. A juicio de ambas empresas, es difícil tener una discusión productiva sobre los procedimientos de entrega de información a las autoridades, sin referirse más en detalle a los procedimientos en si.

El viernes 30 de noviembre, el director jurídico de Microsoft, Brad Smith, publicó en el blog de la empresa un comentario en el que describe lo difícil que es para Microsoft y Google acercarse a tal objetivo. Smith inicia su comentario señalando que ambas empresas están unidas en torno al tema.

“Los interesados en la temática tecnológica habrán podido constatar que a menudo hay cierta distancia entre Microsoft y Google. Sin embargo, en esta oportunidad ambas están unidas, al compartir la preocupación por la reticencia gubernamental autorizarnos a publicar información suficiente sobre los instructivos de la ley FISA”, escribe Smith.

El director jurídico de Microsoft comenta que ambas empresas abordaron el tema en junio pasado, por considerar que la constitución estadounidense les garantiza el derecho a informar a la opinión pública. Las sendas iniciativas judiciales presentadas por Microsoft y Google están amparadas precisamente en tal derecho, recalca Smith.

Dilación gubernamental

Sin embargo, la secretaría (ministerio) de defensa de Estados Unidos ha optado por una estrategia de dilación. Durante las últimas semanas, Microsoft y Google han debido extender seis veces el plazo con que contaba el Ejecutivo para responder a las preguntas. Sin embargo, la paciencia de ambas empresas se ha agotado: "Esperábamos que estas discusiones conducirían a un acuerdo aceptable para todos. Aunque apreciamos el honesto aporte personal de los procuradores con que hemos negociado, sentimos decepción de que estas negociaciones finalmente no hayan prosperado".

Con ello, Smith se refiere a un anuncio hecho por el gobierno estadounidense el jueves 29 de agosto -el día antes de publicar su comentario- en el sentido que comenzará a publicar el número total de órdenes dadas a empresas estadounidenses, de entrega de material de usuarios. Según Smith, esta información será publicada una vez al año, y contendrá los datos correspondientes a los 12 meses precedentes. "La decisión gubernamental es un buen comienzo, pero la opinión pública merece -y la constitución garantiza- que se haga mas que dar este primer paso", explica Smith.

Según Smith, Microsoft y Google consideran importante distinguir entre el número de consultas relativas a información generada por el propio usuario, como por ejemplo texto y correo electrónico, y las consultas relativas a metadatos. "A nuestro juicio, es posible publicar el material sin comprometer la seguridad".

Ambas empresas insistirán en la vía legal, con el fin de que los tribunales de justicia estadounidenses apoyen su derecho a una mayor transparencia y libertad de expresión. Smith también espera obtener apoyo en tal sentido en el propio Congreso estadounidense.

Indudablemente, las preocupaciones de Microsoft y Google obedecen a un tema de principios y apego a la legalidad. Sin embargo, tampoco debe ignorarse su posible preocupación ante los análisis según los cuales PRISM podría perjudicar la nube estadounidense, en beneficio de empresas europeas, menoscabando así, directamente, los intereses económicos de Google y Microsoft, entre otras.

Fuente: DiarioTI

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