Inspirados en la tecnología WiFi, unos ingenieros electrónicos han
desarrollado una red de sensores inalámbricos, instalable en una sala, y
potencialmente en una vivienda, que puede detectar si una persona se
cae. Esta tecnología de vigilancia podría conectarse a un servicio que
solicite ayuda de emergencia para los ancianos, sin que estos tengan que
llevar puestos encima dispositivos de monitorización.
Para las personas de 65 o más años, las caídas son una de las principales causas de lesiones y muerte. La mayoría de los dispositivos para detección de caídas monitorizan la postura de una persona o necesitan que una persona apriete un botón para pedir ayuda. Sin embargo, estos dispositivos deben ser llevados encima en todo momento. Un estudio de 2008 reveló que el 80 por ciento de las personas mayores que poseían dichos dispositivos con botón para pedir ayuda no utilizaron su dispositivo cuando sufrieron una caída seria, debido en gran medida a que no lo llevaban puesto en el momento de caerse.
Ahora, Brad Mager y Neal Patwari, de la Universidad de Utah en Estados Unidos, han construido un sistema de detección de caídas usando un conjunto de sensores de radiofrecuencia de dos niveles, posicionados alrededor del perímetro de una habitación a dos alturas. Una de las alturas corresponde a la situación de que la persona esté incorporada. La otra altura corresponde a la situación de que la persona esté tumbada en el suelo. Estos sensores son similares a los utilizados en las redes inalámbricas domésticas. Dentro de la red, cualquier persona, incorporada o cayendo, altera la trayectoria de las señales enviadas entre cada par de sensores. Cuando el patrón de alteración corresponde a una persona derribada en el suelo, se activa la alarma.
El sistema está programado para detectar si lo ocurrido es realmente una
caída peligrosa, y no la mera situación de que la persona se haya
tendido en el suelo, como por ejemplo para hacer gimnasia o para
intentar recoger algo que ha caído bajo un mueble.
La idea de envejecer en casa, sustituyendo la permanencia física dentro de una residencia geriátrica por tecnología sofisticada pero económica que permita la vigilancia a distancia, y por otras medidas prácticas de apoyo a domicilio, no deja de cobrar fuerza en un amplio sector de la sociedad, gracias a avances como el aquí expuesto.
Información adicional
La idea de envejecer en casa, sustituyendo la permanencia física dentro de una residencia geriátrica por tecnología sofisticada pero económica que permita la vigilancia a distancia, y por otras medidas prácticas de apoyo a domicilio, no deja de cobrar fuerza en un amplio sector de la sociedad, gracias a avances como el aquí expuesto.
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