Aunque el lector
pertenezca a una generación que desconozca casi todo sobre la subcultura
hacker, a buen seguro tendrá referencias certeras del Cyberpunk, un subgénero de la ciencia ficción al que pertenecen clásicos como Blade Runner, y que ha dado lugar a libros, películas, videojuegos, tendencias pop e incluso modas en el vestir.
¿Y qué es el cyberpunk? La misma palabra lo dice: cibernética y punk, o lo que viene a ser lo mismo, alta tecnología y redes informáticas en una sociedad que se viene abajo y profiere gritos de rebeldía.
Con una banda sonora de música industrial, techno, neurofunk, o futurepop –por citar corrientes musicales de inspiración similar–, este movimiento surge en las invenciones de novelistas como William Gibson, Lewis Shiner, Dan Simmons, Bruce Sterling, Pat Cadigan, Rudy Rucker y John Shirley.
En esas obras, asistimos a tenebrosos argumentos en los que hackers y artificios de inteligencia artificial (seres cibernéticos, replicantes, o como quiera usted llamarlos) tratan de abrirse camino en un futuro dominado por grandes corporaciones.
Con ingredientes tomados de la novela negra, del underground y de la ciencia-ficción distópica –esa que suele acabar mal–, los narradores del cyberpunk entran y salen de la realidad virtual con una pasmosa facilidad.
Aunque basta leer una obra como Neuromante (Neuromancer, 1984), de William Gibson, para apreciar el alcance de este subgénero, vale la pena conocer sus orígenes.
Contenido completo en fuente original The Cult - Guzmán Urrero Peña
0 comentarios:
Publicar un comentario