Cómo ya sabéis en este blog no vais a encontrar las formulas secretas
para tener éxito en la vida. Muchos de los consejos que comparto en este
blog son experiencias personales y por lo tanto no tienen que
funcionarte a ti de la misma manera que a mí.
Lo que me aporta dar una ponencia sin beneficio económico
Cualquiera puede dar una ponencia. No tienes que esperar que alguien
te invite a un evento para hablar delante de cientos de personas. “Nobodies are the new Somebodies”
Guy Kawasaki, así que tú ya eres alguien importante teniendo todas las
herramientas a tu disposición para hacer llegar tu mensaje a las
personas. Dar y preparar ponencias siempre supone un estrés importante.
Al final siempre ha valido la pena.
- Conectas con los lectores: sigue siendo una gran sorpresa obtener un feedback directo de aquellas personas que leen este pequeño blog. Parece ayer que únicamente lo leían la gente que trabajaba en Coguan (en mi caso mi pareja, mi madre y 2 0 3 amigos llevan poco tiempo leyéndolo). Establecer este canal directo es muy valioso porque cada uno de tus lectores es un altavoz que va a hacer correr la voz siempre que estés haciendo las cosas mediamente bien.
- Aumentas el nivel de confianza: la creación de contenidos que aportan valor es un camino para conseguir la confianza del usuario. Es un camino largo y que requiere paciencia trabajando duro para ver los resultados llegar. Hablar delante de un público y transmitir ideas que inspiran equivale a unos 20 entradas en un blog. El efecto es mucho más potente porque te pueden ver la cara y comparten la misma sala contigo. Es difícil de explicar pero dar una ponencia acorta el camino para obtener la confianza y conseguir lectores.
- Obtienes una gran satisfacción personal: hablar delante de un público sigue siendo un gran reto. Aunque cada experiencia hace que la próxima vez parezca ser más fácil, sigo estando nervioso sobre todo cuando toco muchos temas que nunca antes he tocado en directo delante de una audiencia con muchas ganas de aprender cosas nuevas de ti. He tenido experiencias muy malas presentando pero en la gran mayoría de los casos el feedback obtenido ha sido muy positivo. En consecuencia vives una gran satisfacción personal por haber superado estos miedos y haberte afrontado a ellos.
“Trucos” sencillos para dejar huella en el público
Te advierto. Existen muchas personas que tienen mucho más experiencia
en dar ponencias que la que tengo yo. Lo que comparto contigo es mi
mundo que al final está muy limitado y te da mi visión subjetivo sobre
dar una ponencia memorable. No creo que existan fórmulas secretas pero
esto es la “receta” que me ha funcionado a mí en los últimos años.
1. Consigue la atención del público con la primera frase: “Lo que os voy a contar a continuación… que no salga de esta sala.”
Es la frase con la que Alex Navarro nos sorprendió a todos cuando
inició su ponencia en mi “Curso para bloggers” en Alicante. Estaba claro
que con esto nos tenía a todos enganchados para escuchar lo que estaba a
punto de contarnos. Para mí fue el principio de una genial colaboración
y mejor amistad. Ya sabéis como acabó la historia con él…
1. Haz uso de frases tuiteables: no es la primera vez que
recomiendo esto pero merece la pena repetirse porque suele dar muy
buenos resultados. Tu público está ansioso por compartir algo destacado
de tu ponencia por lo que tienes que hacerlo lo más fácil posible.
Puedes poner la frase que quieras que las personas tuiteen en grande en
una diapositiva destacada durante tu ponencia.
2. Utiliza imágenes emocionales: una imagen vale más que 1.000
palabras. Aunque sea una frase ya casi un poco cansina sigue siendo muy
acertada. Haz uso de imágenes grandes en alta resolución que provoquen
una reacción en tu audiencia. El cerebro humano es capaz de procesar
información visual de manera mucho más cómoda que en un formato de texto
por lo que será más cómodo seguir y escuchar en paralelo lo que vas
contando.
3. Limita el uso del texto: la información de una ponencia no
se encuentra en el texto de las diapositivas. Se encuentra en las
palabras, los gestos y las miradas del ponente. Sufro cuando veo
diapositivas sobrecargadas de texto. Para meter toda la información el
tamaño es tan pequeño que apenas en la primera fila se puede leer. Crea
la sensación de desorden, caos y ruido. El tamaño de la letra tiene que
ser tan grande, que incluso la última fila pueda leerlo cómodamente.
4. Nunca leas las diapositivas: recuerda una cosa básica. Tu
audiencia es capaz de leer 10 veces más palabras de las que tú puedes
transmitir hablando. Nunca, repito nunca leas literalmente lo que hayas
escrito en las diapositivas. Tu audiencia se dará cuenta que con leer lo
que pones en las diapositivas es suficiente y una vez procesadas las
palabras ya no te hará caso y pierdes por completo la atención. Es una
de las cosas que peor imagen suelen dar en la audiencia a la hora de
valorar un ponente.
5. Utiliza información externa de apoyo: tus mensajes y
consejos consiguen mucha credibilidad si encuentras información externa
que confirma tus argumentos. Estudios de mercado son una muy buena
opción para obtener la confianza. Ten cuidado con los datos que
presentes para no hacer uso de fuentes que se basan en estadísticas
maquilladas. Presenta casos prácticos que muestren de manera muy directa
como se pueden aplicar los conceptos, consejos o ideas que has
presentado en la primera parte de tu ponencia. Ten en cuenta que los
ejemplos presentados se adapten al contexto. Si tu audiencia son
start-ups no presentes un caso del IBEX 35 sino del mismo ámbito para
que los oyentes se vean reflejados.
A pesar de haber titulado este apartado con “trucos” en realidad no
existen pero de alguna manera he tenido que llamar tu atención para leas
este texto en más detalle. Lo que si existe es el trabajo duro y la
práctica. Aunque te aterrorice hablar delante de personas merece la pena
afrontar sus miedos. La primera vez igual no sales del todo contento(a)
pero te aseguro que en la segunda oportunidad ya lo harás mucho mejor.
Fuente: Via
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