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Security

La semana pasada salía a la luz la noticia que afirmaba que la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) tenía acceso a muchísimos datos personales a través de aplicaciones para móviles, como Angry Birds o Google Maps, aunque en realidad esto es sólo un ejemplo de muchos. La cibervigilancia pasa de la PC al smartphone, que dispone de mucha información personal de los usuarios y en muchos casos, está totalmente desprotegida.




La afirmación se dio luego de que medios internacionales dieran a conocer que la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) y el Cuartel General de Comunicaciones del Reino Unido (GCHQ) utilizan aplicaciones como Angry Birds para obtener información personal de los usuarios.

Según Vicente Díaz, analista senior de Malware de Kaspersky Lab, "la información proporcionada por estas aplicaciones ha demostrado ser muy valiosa para anunciantes y para desarrolladores, por lo que también es fundamental para las agencias de inteligencia. Muchos de estos juegos permiten jugar con los contactos y amigos, lo que favorece la creación de redes de personas, más o menos como las redes sociales y todos estos datos son de gran relevancia".

La compañía con sede en Finlandia señaló que la confianza de sus fans es lo más importante para la empresa y toman la privacidad como algo "extremadamente serio y damos acceso a ningún tercero para que use o manipule datos personales de los usuarios".

La última versión de Angry Birds pedía al usuario permiso para acceder a la ubicación, el estado del teléfono y los SMS entre otros – todo esto aparentemente para fines publicitarios, ya que la aplicación muestra anuncios mientras se juega. Asimismo, los mensajes del juego y de los amigos pueden ser una fuente de información similar a las redes sociales.

"En realidad, este hecho no sería tan temible si habláramos de una sola aplicación, pero esto es sólo un ejemplo. Pensemos en todos los permisos de los que disponen todas las aplicaciones que descargamos en nuestro móvil y lo mucho que el móvil sabe de nosotros: ubicación, las personas con las que hablamos... Esto es solo un ejemplo de cómo algo aparentemente inocente se puede utilizar con fines muy distintos", afirma el analista de Kaspersky Lab.

"Hasta ahora se desconocen los detalles técnicos, pero entiendo que Angry Birds no dispone de la opción de que Rovio no acceda a esos datos que posteriormente monetiza de forma legítima a través de publicidad". Para el usuario es imposible jugar a Angry Birds sin que el programa envíe estos datos, a menos que estén desconectados de Internet. Pero dejar de jugar a Angry Birds tampoco va a evitar que se monitorice a los usuarios. "En realidad no sabemos la cantidad de datos y el número de aplicaciones que pueden estar siendo supervisadas por los servicios de inteligencia, pero probablemente existan muchas, por lo que el problema de la cibervigilancia es mayor de lo que pensamos", concluye Díaz.

Los usuarios no quieren que los servicios secretos de diferentes países del mundo accedan a información sobre su vida privada, pero es imposible garantizar la protección de los datos de los usuarios si los servicios de Internet que estos usan (redes sociales, servicios de correo electrónico, almacenes “en la nube”) no toman las medidas correspondientes.

Fuente: DiarioTI

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