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Security


Por el cargo, que está en niveles gerenciales, pagan cifras astronómicas, pero alrededor de este también se genera un gran estrés y elevado riesgo laboral. Compadézcanse del pobre jefe de seguridad de la información. La profesión apenas existía hace una generación.



Pero para combatir la creciente amenaza de las violaciones de seguridad en línea, las empresas y los Gobiernos están contratando ejecutivos cuya principal responsabilidad es hacer que los sistemas de datos sean seguros.

Cuando las cosas van mal –y es a menudo– estos ejecutivos esperan cargar con la culpa. "Somos como ovejas esperando a ser sacrificadas", dijo David Jordan, director de seguridad de la información para el condado de Arlington, en Virginia. "Todos sabemos nuestro destino cuando hay una violación significativa. Este trabajo no es para pusilánimes".

Hace una década, pocas organizaciones tenían un jefe especializado en seguridad de la información o CISO, como se les conoce. Ahora, más de la mitad de las empresas con 1.000 o más empleados cuentan con un ejecutivo de tiempo completo o de medio tiempo en el puesto, según un estudio realizado el año pasado por el Instituto

Empresas como VeriFone, el proveedor de sistemas de pagos electrónicos; Brown-Forman, la empresa de bebidas; las universidades de Carolina del Norte y Chicago; y advenedizos recientes como Fitbit están todos en busca de oficiales de seguridad dedicados. Neiman Marcus, que sufrió una violación importante el año pasado, está buscando también.

El trabajo se ha vuelto tan crucial, dicen los reclutadores, que las empresas tratan de endulzar el trato y ofrecen bonos y salarios que van de 188.000 a 1,2 millones de dólares, con ventajas como la posibilidad de trabajar desde casa y generoso tiempo libre, y la promesa de mayores presupuestos para comprar más protección para los sistemas porosos.

Aún así, se ve como un trabajo ingrato. Muchos directores de seguridad de la información que han participado en el estudio de Ponemon calificaron su posición como el más difícil en la organización. La mayoría de los encuestados dijeron que su trabajo era malo o el peor trabajo que habían tenido.

El trabajo es tan demandante que muchos terminan dejándolo –voluntariamente o no– después de dos años, mientras los directores ejecutivos se mantienen 10 años en promedio.

De todos los dolores de cabeza que los CISO enfrentan, uno de los más grandes es averiguar en cuáles productos de seguridad pueden confiar. También se quejan de que se ha vuelto casi imposible evaluar los productos de cara al miedo y la incesante comercialización.

Los oficiales de seguridad dicen que no hay una bala de plata cuando hay que defenderse de una posible violación. Es cuestión de colocar capas de las tecnologías más eficaces, contratar a los mejores y, a continuación, tener la esperanza de contar con buena suerte.

Los candidatos a un puesto de trabajo como oficial de seguridad de la información tienen el cuidado de sacar a colación directamente las conversaciones difíciles desde el inicio, dicen los reclutadores. Antes de aceptar una oferta, algunos quieren asegurarse de que la junta está de acuerdo en que las infracciones son inevitables y que tienen que destinar presupuesto suficiente para la tecnología de seguridad de la información. "Si usted sabe que va a ser sacrificado, querrá una razón suficiente para aceptar el trabajo", dijo el analista de seguridad de la firma de investigación de mercado Forrester John Kindervag. "Nadie habla de lo que le estamos haciendo a esta pobre gente. Estamos poniendo toda esta complejidad en sus hombros y después solo es ‘buena suerte’".

Los directores de seguridad de la información deben estar siempre un paso adelante de los criminales, verificar una creciente lista de cumplimientos y vigilar de cerca a los vendedores que diseminan la información y de empleados imprudentes que cargan datos sensibles a las cuentas de Dropbox e iPhones desbloqueados.

Deben ser expertos en crisis y comunicaciones y expertos en la tecnología más sofisticada, a pesar de que incluso las más brillantes nuevas trampas de seguridad pueden ser burladas. Además, se enfrentan a un ritmo acelerado de noticias sobre infracciones por piratería informática.

Fuente: The New York Times - Nicole Perlroth/San Francisco (EE. UU.) - Portofolio

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