En marzo, un jubilado desconcertado se encontró con un grupo de
periodistas gritándole preguntas sobre monedas virtuales a la puerta de
su casa en los suburbios de Temple City, California (EEUU). Newsweek
había identificado a Dorian Nakamoto, de 64 años, como la persona que ideó Bitcoin,
pero la historia, igual que otros intentos anteriores por desenmascarar
al inventor, Satoshi Nakamoto, pronto se desmintió. Mientras, el que
probablemente sea el mayor responsable de conseguir que la moneda
aumente su valor hasta los 7.700 millones de dólares (unos 5.700
millones de euros), y quien más puede influir en su futuro, estaba
tranquilamente a plena vista al otro extremo del país en Amherst,
Massachusetts.
Esa persona es Gavin Andresen, un respetable señor de 48 años elegido por el auténtico Satoshi Nakamoto,
sea quien sea, como su sucesor a finales de 2010. Andresen se convirtió
en el "gestor central", el desarrollador principal del código abierto
que define las reglas de Bitcoin y proporciona el software necesario
para usarlo. La bendición de Nakamoto unida a los años pasados por
Andresen trabajando diligentemente a tiempo completo en el código de
Bitcoin, le han dado un peso específico en los círculos relacionados con
Bitcoin y cierta importancia fuera de ellos. La CIA y los legisladores
de Washington (EEUU) han recurrido a él para que explique la moneda. Y
fue Andresen quien ideó la Fundación Bitcoin, una institución sin ánimo de lucro creada en 2013, que es lo más parecido a una autoridad central en el mundo de Bitcoin.
Andresen tiene y mantiene más influencia que nadie sobre el código que
decide cómo opera Bitcoin y, en última instancia, si será capaz de
sobrevivir. Aunque la moneda no cuenta con un banco central, hacen falta
cambios significativos en su diseño si se quiere que haya una adopción
generalizada de la misma. Dependiendo de cómo ejerza su poder sobre
Bitcoin, Andresen dará forma no sólo al destino de la moneda, sino
también a las perspectivas de otras monedas virtuales.
Contenido completo en fuente original Technology Review
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